La popular conductora y animadora infantil Yola Polastri falleció este domingo 7 de julio, a los 74 años, víctima de una penosa enfermedad que la mantuvo postrada en sus últimos días. Polastri, una figura emblemática de la televisión peruana, dejó de existir tras recibir los cuidados de sus familiares y sufrir un infarto cerebral que la llevó a su internamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Delgado.

El pasado 19 de mayo, Yola Polastri sufrió un infarto cerebral que agravó significativamente su estado de salud. Desde entonces, permaneció bajo constante supervisión médica, luchando contra las secuelas de este episodio. A pesar de los esfuerzos médicos y del apoyo incondicional de su familia, Polastri no pudo recuperarse y finalmente falleció, dejando un profundo vacío en el mundo del entretenimiento infantil y en los corazones de sus seguidores.

Yola Polastri, nacida en Lima en 1949, dedicó gran parte de su vida a la animación infantil, convirtiéndose en un ícono de la televisión peruana. Su carisma, energía y dedicación la hicieron ganarse el cariño de varias generaciones de niños que crecieron viendo sus programas. Polastri fue pionera en la creación de contenido infantil en Perú, ofreciendo un espacio donde los más pequeños podían disfrutar de música, juegos y aprendizaje en un ambiente seguro y entretenido.

Su programa más recordado, "El Mundo de los Niños", marcó una época en la televisión peruana. Con su estilo único y su capacidad para conectar con los niños, Yola se ganó el título de la "Reina de los Niños". Su legado va más allá de la pantalla, ya que también fue una ferviente defensora de los derechos de los niños y una promotora de la educación y el entretenimiento sano.

El velatorio de Yola Polastri se lleva a cabo en la Iglesia De la Reconciliación en Camacho, La Molina, desde las 16:00 horas, según comunicó su familia. Se espera una gran afluencia de personas que desean rendir homenaje y despedirse de la querida animadora. Amigos, familiares, colegas del medio artístico y admiradores de su carrera se han congregado para darle el último adiós y expresar sus condolencias a la familia.

La noticia de su fallecimiento ha conmovido a toda la nación. Diversas figuras públicas y del ámbito artístico han expresado su pesar a través de las redes sociales, destacando el invaluable aporte de Polastri a la cultura y el entretenimiento infantil en Perú. Su partida deja un legado imborrable y un ejemplo de dedicación y amor por los niños que será recordado por siempre.

El legado de Yola Polastri se mantendrá vivo a través de las memorias de aquellos que crecieron con su compañía y su alegría. Su trabajo en la televisión no solo entretenía, sino que también educaba y transmitía valores importantes a los niños. En una era en la que la televisión era uno de los principales medios de comunicación y entretenimiento, Yola Polastri logró crear un espacio seguro y lleno de amor para los más pequeños.

Además de su trabajo en la televisión, Polastri participó en numerosas actividades benéficas y eventos para niños, siempre buscando brindarles alegría y apoyo. Su compromiso con el bienestar infantil fue constante a lo largo de su vida, y su impacto en la sociedad peruana es incuestionable.

La familia de Yola Polastri ha solicitado privacidad en estos momentos difíciles, agradeciendo a todos por el cariño y el apoyo recibido. Han asegurado que la mejor manera de honrar su memoria es recordar la felicidad y la enseñanza que brindó a través de su trabajo y seguir promoviendo un entorno seguro y lleno de amor para los niños.

Yola Polastri será recordada como una mujer que dedicó su vida a hacer felices a los niños, a través de su talento, carisma y compromiso. Su legado perdurará en la memoria colectiva de Perú, y su influencia seguirá presente en las nuevas generaciones de animadores infantiles. Con su partida, se cierra un capítulo importante en la historia de la televisión peruana, pero su espíritu y su amor por los niños seguirán vivos en cada sonrisa que logre provocar.

Descansa en paz, Yola Polastri. Tu legado y tu amor por los niños jamás serán olvidados.