En medio de un mundo donde todo gira en torno a pantallas y redes sociales, el distrito de Tápuc, en la provincia Daniel Alcides Carrión, decidió hacer una pausa para mirar atrás y rescatar lo que realmente vale: la tradición, la identidad y la sabiduría de nuestros mayores.

La Municipalidad Distrital de Tápuc organizó una emotiva jornada de transmisión intergeneracional de juegos ancestrales, en la que los verdaderos protagonistas fueron nuestros adultos mayores. Con paciencia, alegría y mucha experiencia, compartieron con los escolares del distrito aquellos juegos con los que crecieron: el trompo, las canicas, la soga, entre otros.

Lejos de la tecnología y del WiFi, los niños descubrieron que con solo un poco de tierra y mucha imaginación también se puede aprender, jugar y sobre todo, fortalecer los lazos entre generaciones.

Esta actividad no solo devolvió sonrisas a los rostros infantiles, también revalorizó a los abuelitos como pilares vivos de una cultura que muchas veces queda en el olvido por la modernidad mal entendida. A través de esta iniciativa, se sembró algo más que diversión: se cultivó respeto, memoria y una conexión emocional con nuestras raíces.

Así, en Tápuc, una soga bien usada puede tener más impacto que cualquier app de moda. Porque sí, en tiempos donde muchos se desesperan por una señal, aquí se apuesta por algo que no necesita cargador: el cariño, la historia y la enseñanza de nuestros mayores.